12 enero 2010

El talento de los periféricos

Amor de Artur

Xosé Luis Méndez Ferrín

Impedimenta, 2009

ISBN: 9788493711092

176 páginas

17.90 €

Traducción de Moncha Fuentes y Xavier R. Baixeras



Manolo Haro

El nombre de Xosé Luis Méndez Ferrín (Ourense, 1938) es probable que resulte desconocido para la mayoría de los lectores en español, a no ser que se hayan aventurado a leerlo en su lengua original o hayan dado con uno de los pocos volúmenes traducidos que hasta hace poco llenaban este vacío, como es el caso de Fría Hortensia y otros relatos (Alianza, 1999), que recorría la producción cuentística del autor hasta la fecha. La editorial Impedimenta viene a paliar ahora, con una edición intachable en su cuidadosa factura y delicada presentación, la escasísima presencia del orensano en castellano con Amor de Artur, un conjunto de relatos publicados en 1982 que no han perdido un ápice de brillantez con el paso de los años. De hecho, el crítico Constantino Bértolo en las palabras preliminares a la obra reprocha que el mercado editorial español de los ochenta, autocomplaciente y ombliguista, se embarrara llenando las mesas de novedades con “narraciones psudopolicíacas, evanescente memorialismo sentimentaloide, cursi neocostumbrismo más existencialero que existencial y profusas profundidades horizontales sobre la vida interior de unos personajes o narradores que descubren la dulce comodidad del escepticismo político […]”, postergando así la traducción de autores que proponían con su obra un campo feracísimo de imágenes y talento literario.
Pero, ¿qué lugar ocupa en el canon gallego Méndez Ferrín?, ¿por qué un autor que sigue en activo, que ostenta una calidad literaria y originalidad superiores a otros escritores en su lengua (sí traducidos), que ha sido premio de la Crítica Española en dos ocasiones (Con pólvora y magnolias, 1976; Arraianos, 1991) es casi un literato secreto para los lectores en español? Ferrín es el eslabón de plata que cierra una cadena que viene a unir el renacer de la cultura gallega con el Rexurdimento de Rosalía, Curros Enríquez o Pondal en el XIX, las reivindicaciones galleguistas del Grupo Nós en los años 20, traspasadas por una vertiente cultista y universal, las aportaciones de autores comprometidos como Blanco Amor o Celso Emilio Ferreiro y la literatura de estirpe fantástica de Cunqueiro. La hornada de escritores que le seguirán y que han corrido mejor suerte a partir de los noventa en lo que respecta a traducciones y presencia en Madrid, son o epígonos ferrinianos o buscadores de otros caminos, aunque estos últimos hayan de reconocer que en sus bolsillos lleven algún que otro vilano de la flor Méndez Ferrín.
En cuanto al motivo de por qué un narrador de tal potencia verbal y creativa no comparezca en la listas de escritores traducidos, podríamos afirma que tal vez ello se deba, como afirma el propio Bértolo, a la congénita falta de interés por las literaturas periféricas, algo que se ha venido paliando en los últimos años con algunos de los nuevos y jóvenes autores, tomados como la cuota justa de periféricos para verter al castellano, pero que ha dejado por el camino a otros mayores que no lo lograron a su debido tiempo por la circunstancias que fueran.
El libro que tenemos entre manos constituye una de las piezas más preciosas de la producción ferriniana, además de ser una sutilísima muestra del territorio autorreferencial y trasunto estilizado de Galicia, Tagen Ata, en el que se imbrincarán los cinco relatos que componen el volumen. “Amor de Artur”, cuento que le da nombre a la colección, retoma la materia de Bretaña presentando los infieles amores de Ginebra con el caballero Lanzarote. “Familia de Agrimensores” narra la última peripecia vital de la anciana Mamnek Kleines y su asistente Sabina, sustituida al final del relato por un extraño ser llegado hasta Orense desde una Tagen Ara remota a través de una fisura entre ambos mundos. En “Calidad y Dureza”, los saltos en el tiempo y en el espacio entre diferentes planos de realidad nos hacen asistir al amor de Els Bri y su materia de estudio, el poeta Seida Sokoara. El juego de espejos con la exégeta deseante y el poeta deseado hará que se conviertan a su vez en la amada deseada y el amado deseante. El narrador logra un efecto maravilloso al dinamitar con una prosa hipnótica el cronotopo que separa a los dos personajes. “La extinción de los contactos” relata el pasado de Bobby Anraa, cantante yonqui fracasado, cuya memoria, para bien o para mal, le ayuda recuperar los picos suministrados por Arabella. Y, por último, “Fría Hortensia”, quizás el mejor cuento junto a “Calidad y dureza”, en el que juego entre planos de realidad se hace igual de complejo que en el anterior. El narrador recuerda las épicas leyendas que en sus vacaciones en Vilanova escuchaba contar a Fría Hortensia junto al amor adolescente e imposible con su prima Maribel.
El estilo de Méndez Ferrín viene atravesado por el juego continuo entre lo simbólico y lo real, además de por una equilibrada imbricación entre la poesía y la narrativa que muestra bien a las claras un gran dominio en los registros que maneja. En cuanto a sus influencias, hemos de hacer notar que el autor parte de un vivero extenso de referentes a los que homenajea, reinterpretando con suma personalidad (como ya hiciera Cunqueiro a su modo y con ciertos referentes) a escritores como Homero, Kafka, Tolkien o Borges. De estos dos últimos toma el gusto por lo libresco y por la creación de espacios autorreferenciales, así como por la creación de lenguas (la lengua azerrata de Tagen Ata), autores y obras literarias que sólo toman cuerpo en estos relatos.
Ojalá que esta reincorporación del nombre de Méndez Ferrín a los autores gallegos traducidos anime la llegada de sus títulos más sobresalientes a las librerías españolas, pues no todo en Galicia son Rivas, Susos ni hierbas moras. Por último, no quiero dejar de mencionar la sobresaliente traducción de Moncha Fuentes, a la sazón esposa del escritor, y de Xavier R. Baixeras, quienes han logrado que la portentosa voz del narrador suene sin interferencias en los largos y espaciosos pasillos de la lengua de acogida.

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