07 diciembre 2010

Cuatro corazones


La fragilidad de las panteras

María Tena

Espasa-Calpe, 2010

ISBN: 9788467033243

280 páginas

19,90 euros





Jesús Cotta

La fragilidad de las panteras es la historia de tres hermanas: Itiziar, Teresa y Laura.

La novela se divide en tres partes, una para cada hermana, de labios de un narrador omnisciente. Y las tres hermanas coinciden en muchas cosas sin saberlo.

Un cuarto personaje, la madre, es, sin embargo, el omnipresente en las actitudes, problemas y soluciones de las tres.

Habría sido más redondo el libro si la madre tuviera una cuarta parte, porque así el lector, como a mí me ha pasado, no se queda con la sensación de que la madre tiene gran parte de culpa de las tristezas de sus hijas.

La madre también fue joven y bella y jugó a dos bandas y ahora no lleva bien la vejez y la soledad y la ausencia del marido.

Todas de buena familia, casi todas guapas y con independencia económica, descontentas con el amor, todas con su secreto.

Lo mejor de la novela es la mirada femenina de la narradora. Quizá no sea políticamente correcto señalarlo, pero en la solapa de la novela, finalista del premio Primavera de Novela 2010, se explota esa faceta.

El corazón de las mujeres, recubierto de diamante, difícil de cortar, pero frágil al caer, es el tema del libro.

Y en él tienen importancia muchos detalles que a muchos hombres, al menos a mí, me parecen accidentales, pero que en la novela son esenciales y le dan al libro un aire femenino que serán las delicias de muchos: una carrera en la media, el aroma de la mantequilla en una fuente de horno, los más o menos quilos que tiene la una, la actriz a la que se parece la otra.

Las escenas de cama no son muy originales, pero, dado que en la cama solemos hacer todos cosas muy parecidas, es difícil ser en ellas original, sobre todo después de todo lo que se ha escrito. Mucho falo y mucha vagina.

Un libro, en fin, ameno y bien escrito que gustará al amante de las buenas historias bien contadas y sin complicaciones escénicas ni ensayos literarios ni juegos metaliterarios.

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