21 enero 2011

Sociología novelada

Gentes de Estambul

Buket Uzuner

Edebé, 2010

ISBN: 9-788-423-697-861

424 páginas

20 €

Traducción de Marta Sedó Fernández


Ilya U. Topper

Si esto fuera un filme de Miguel Albaladejo, todo funcionaría. El destino de 15 personajes que se cruzan y descruzan por el aeropuerto de Estambul cuando sobreviene un fallo informático no es mala materia, si uno consigue trenzar el argumento.

El material, a primera vista, promete: la profesora de genética de buena familia turca ‘clásica’, el escultor salido de un pueblo del sur, la amiga armenia, el camarero gay del Mar Negro, el viejo catedrático griego, el hombre de negocios machista, su secretaria-amante trepa, el vendedor sefardí, la limpiadora de Anatolia, la criada kurda, la islamista moderna, incluso una diseñadora levantina...

Lo han adivinado: Gentes de Estambul quiere trazar una radiografía de las diferentes capas que componen la sociedad turca. Y hace exactamente esto: la autora acomete la narración con una evidente voluntad de pedagogía sociológica. En las primeras páginas, mediante diálogos extensos cuyo fin principal es revelar información sobre los personajes, su extracción y encaje en la sociedad y sus idearios políticos, con lo que cada uno se va perfilando como representante de una visión diferente de Turquía, su historia y su futuro. Pronto, los diálogos ―porque sería insostenible dotarlos de un mínimo realismo― darán paso a ensoñaciones y vivos monólogos interiores, siempre con el mismo fin: describir la sociedad turca.

Y ahí se queda la cosa. Los personajes no tienen otro fin que el de ilustrar un tratado, son siluetas de cartón, no tienen vida propia, entendiéndose como ‘vida propia’ ese rasgo de carácter que nos sorprende en las novelas y nos arrastra porque es original, porque es inesperado, porque no encaja con las trilladas existencias cotidianas, porque se sale del guión. Algo que Belgin y Ayhan y Tijen y Yanni y Baturcan y Erol y Jak y toda la peña no pueden permitirse, porque existen para mostrar cómo es Turquía, no para vivir un destino humano distinto al de sus congéneres.

Otras novelas usan una sociedad, un país, una época como escenario, Gentes de Estambul quiere simplemente describir el escenario. Quizás no sea mala intención ―Europa tiene mucha necesidad de conocer Turquía― pero tras las primeras 70 páginas, a más tardar, el lector ya sabe que en las demás 350 no le esperará otra cosa.

No sólo Europa tiene necesidad sino, probablemente, también la propia Turquía: el libro se vende en todas partes. El nombre de Buket Uzuner tira lo suyo. Dicen que la mencionan como “la nueva Orhan Pamuk”, en una velada alusión a premios internacionale. Este libro podría dar lugar a la sospecha que, efectivamente, Uzuner merezca el apelativo: Pamuk es famoso en Turquía por leerse mucho más en el extranjero que en su propio país, y Gentes de Estambul tiene todas las cartas para gozar del mismo destino.

Pero no se me confundan: Buket Uzuner se ha labrado su fama desde hace más de treinta años, escribiendo para un público turco que le ha seguido encantado. Sus relatos han puesto un espejo a adolescentes y no tan adolescentes: su facilidad para describir la vida sexual de las chicas, para romper tabúes del idioma y del pensamiento, para hablar de ligues, orgasmos, compresas y rupturas (sean pasionales o del himen), ha influido en más de una generación. Ignoro ―al no dominar el turco― si un crítico lo llamaría alta literatura, pero está claro que ha sabido expresar, sacudir, seducir. Y siempre con un mensaje rebelde, feminista, liberador, en la tradición de las grandes escritoras turcas que ella reivindica como maestras: Adalet Ağaoğlu, Sevgi Soysal, Tezer Özlü, Sevim Burak...

Quién sabe si un libro de relatos de los noventa de Uzuner, hablando de adolescentes, narrado el caos propio de la vida, nos enseñaría más de Turquía que este esforzado rompecabezas sociológico. Queda por desear que alguien lo traduzca.

Nada fácil: faltan no ya buenos traductores del turco sino que faltan traductores. Llanamente. Tanto que Gentes de Estambul fue traducido a partir de la versión inglesa de la novela. Lamento añadirlo, pero se nota, y mucho. Hasta el punto de tener palabras inglesas en la novela (esos Inc. de las empresas...). Queda mucho camino por recorrer para que en España podamos escoger qué literatura turca nos gusta.

3 comentarios:

Teuvo Vehkalahti dijo...

Saludos desde Finlandia. Por lo tanto, incluyendo blogs, y tiene que ser agradable para explorar Vanemuine países, la gente, la cultura y la naturaleza. Venga a ver el blog de fotos Teuvo y decirle a todos tus amigos por qué debe visitar imágenes Teuvo blog. Por lo tanto, que España superará Usa la bandera del país en mi colección blog. Feliz comenzó 2011 años Teuvo Vehkalahti Finlandia

Anónimo dijo...

Teuvo, vete a tomar por culo.

mgaspa dijo...

Aquesta novel·la constitueix tot un calidoscopi de personatges d'Istanbul, "estambulitas" com els denomina en castellà el traductor, que agafa per a fer això el títol originari de l'obra en turc "Istanbullular".
El titol del llibre en castellà tanmateix defineix més clarament de qui i d'on es parla a la novel·la.
S'inicia l'obra amb una descripció molt lleugera però rica amb detalls d'uns quants personatges del tot corrents i que es podrien trobar arreu. Personatges que per alguna raó u altra coincideixen en un mateix temps i ubicació (l'aeroport Ataturk d'Istanbul).
A partir d'aquest esquema i amb un molt ben organitzat, literàriament parlant, desenvolupament, l'obra va adquirint el caràcter d'un "puzzle" en que les coincidències i alguna que altra concordança entre els protagonistes donen peu per a descripcions que l'autora aprofita amb saviesa per a fer el retrat, jo penso, bastant verídic de la vida i supervivència en una ciutat tan plural, cosmopolita i singular com és Istanbul.
Es tracta d'una obra que ens fa reconsiderar alguns llocs comuns que encara tenim referits a Turquia i que alhora és tan creativa i emocionant que engresca al lector fins al darrer mot.
Cal fer esment de la molt bona traducció de Marta Sedó (no se, ni puc saber si directament del turc, ja que no es menciona) que sap donar-li concreció i lleugeresa a un text que es base molt sovint en diàlegs i descripcions i això no és tasca fàcil per a un traductor.