Un año más, reunido el jurado de los Premios Estado Crítico y
realizadas las votaciones pertinentes, se anuncia a continuación el palmarés
correspondiente al año 2012.
Como Mejor Novela del año, Cuando Lázaro anduvo (Alfaguara)
de Fernando Royuela, por "su capacidad de disección de los problemas y miserias de la sociedad española actual desde un prisma crítico donde prima la ironía y el pensamiento trágico desde planteamientos humorísticos que están en la tradición de la literatura española del Siglo de Oro". Asimismo, este galardón pretende reconocer la coherencia de la trayectoria del autor "comprometida, en lo formal, con un estilo expresivo y musical, y en los temas, con una mirada siempre crítica hacia la realidad".
El Premio al Mejor Poemario se concede a Juan Carlos Mestre por La bicicleta del panadero (Calambur). De acuerdo con el Acta del Jurado, el
premio se concede por ser esta obra "una explosión, una utopía poética, un
universo de asombrosa intensidad literaria puesto en pie ante nuestros ojos"
y "por ser más que un simple libro: casi quinientas páginas de poemas
íntimos y colectivos, prosaicos y exquisitos, cargados de belleza e ironía,
recorridos por los fantasmas de la historia, el arte, la familia y el amor".
Por su parte, el Premio al Mejor Ensayo recae en esta ocasión en la obra La ética de la crueldad (Anagrama) de José Ovejero, "por su acertado análisis de la crueldad en la literatura como componente revulsivo y crítico, a través de un repaso por la obra de autores tan inquietantes como Canetti, McCarthy, Bataille o Jelinek". Tras su estudio sobre figuras de escritores delincuentes, "Ovejero ahonda, con claridad expositiva, amenidad y rigor, en la ética de la subversión literaria".
Por su parte, el Premio al Mejor Ensayo recae en esta ocasión en la obra La ética de la crueldad (Anagrama) de José Ovejero, "por su acertado análisis de la crueldad en la literatura como componente revulsivo y crítico, a través de un repaso por la obra de autores tan inquietantes como Canetti, McCarthy, Bataille o Jelinek". Tras su estudio sobre figuras de escritores delincuentes, "Ovejero ahonda, con claridad expositiva, amenidad y rigor, en la ética de la subversión literaria".
Finalmente, el Premio a la Mejor Traducción del año se otorga a Marian Ochoa de Eribe por su trabajo en Nostalgia (Impedimenta) de Mircea Cărtărescu. Un premio éste que pretende, según el Acta del Jurado, "reconocer la complejísima labor de volcar al castellano toda la expresividad de la prosa del escritor rumano, caracterizada por la riqueza del vocabulario y la exuberancia de su sintaxis, siendo el resultado extremadamente natural y cercano para el lector".
Como en convocatorias anteriores, el premio consiste en una fotografía de
Antonio Acedo, Premio Andalucía de Periodismo.
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