14 marzo 2011

Sangría de ácido lisérgico



La invasión ha comenzado

Pablo Álvarez Almagro

Pepitas de Calabaza, 2010

ISBN: 978-84-93767-15-0

233 páginas

12,50 €



José María Moraga

Dice la prensa que últimamente andan triunfando en la ficción televisiva las series de época. ¿Escapismo a otros tiempos mejores cuando la crisis aprieta? Decía también Eli Roth que para innovar en un género hay que ir contracorriente, rescatar fórmulas del pasado pero dándoles siempre un enfoque actual. En estas estábamos cuando aterriza –cual un platillo volante- La invasión ha comenzado (2010), primera novela del guionista Pablo Álvarez Almagro, conocido por firmar los guiones de las películas de Pedro Temboury Kárate a muerte en Torremolinos (2001) y Ellos robaron la picha de Hitler (2006).

Frente a la Nocilla y los Lacasitos (lo siento, tenía que decirlo), Pablo Álvarez Almagro nos propone merendar con una jugosa historia de marcianos, perdón: de venusianos. El mundo lleva décadas siendo objeto de una invasión de Venus, que trata de esclavizarnos, esquilmar nuestros recursos… no falta ninguno de los ingredientes del género. Esta conjura, que coexiste perfectamente con nuestras inocentes vidas de curritos, es desenmascarada por los miembros de un estrafalario grupo de rock psicodélico español de finales de los años 60, Los Guardianes del Séptimo Sello. ¿Rock psicodélico en España y en esa época? Pues no es la parte de más ciencia-ficción de la novela.

No será hasta el año 2014 cuando una serie de casualidades hagan que esta historia –silenciada hábil y violentamente desde 1968- salga a la luz. Entran en escena entonces un grupo de “elegidos” encargados de salvar la Tierra del peligro venusiano, una pandilla disfuncional que conforman una suerte de Goonies del siglo XXI, pero más creciditos. A partir de ahí, la trama bascula entre la farsa y la fantasía, con toques de psicodelia sesentera (abundan nostalgias de Ken Kesey o Neal Cassady, de José Luis y su guitarra o las películas de Vilgot Sjöman), siempre a ritmo de rock and roll.

La invasión ha comenzado supone un meritorio esfuerzo por entretener, despojando al lector de sus prejuicios: trama disparatada –resurrección de glorias del pop incluida-, escritura ágil, mantenimiento del suspense, sus dosis de amor y humor y su ración correspondiente de personajes conocidos de la contracultura. Tampoco faltan pullitas al contexto político-económico actual, lo mismo The Coca-Cola Company que la Xunta de Galicia. Interesante la doble temporalización de la historia: por un lado la persecución actual (bueno, en 2014) y por otro el ‘background’ de los sesenta, que ayuda a explicar lo que ocurrirá más tarde.

El autor elige contar la historia de manera polifónica a través de diferentes voces narrativas: en La invasión ha comenzado escuchamos hablar a los distintos personajes principales (a veces con monólogo interior yuxtapuesto a diálogos directos, a veces con estilo indirecto libre) más un narrador en tercera persona. Lo anterior me parece un acierto, pues se consigue un emocionante “montaje en paralelo”, tan cinematográfico. Si tengo que ponerle un pero al libro es la sección final, que se desarrolla en los Estados Unidos; me parece la peor ambientada de la novela (por ejemplo, el no demasiado correcto uso del inglés por parte de los personajes anglosajones).

Entiendo que verosimilitud y decoro no habrán de ser los puntos fuertes de una novela de ciencia-ficción gamberra, pero no por ello debemos bajar los estándares de la ficción patria. Sobre todo en un libro que se presenta en una edición tan bonita -aunque, ¡cuidado con las erratas!- como la que ofrece Pepitas de Calabaza (“Una editorial con menos proyección que un cinexín” –según comentan ellos mismos). Recomiendo La invasión ha comenzado si queréis escapismo y pasar un buen rato con una de extraterrestres versión carpetovetónica, porque como dice el mismísimo Barón Rojo (¿no había dicho que aparece en la trama? ¡Sería para no desvelarla!), “una cosa es que los humanos nos masacremos libremente entre nosotros, y otra muy distinta que tengan que venir unos venusianos de fuera a esclavizarnos y a regir nuestros destinos.”

2 comentarios:

Kebran dijo...

Es la novela más divertida que he leído en años. No tiene ningún pero. Es una novela que nos devuelve la alegría de leer.
Un abrazo y gracias por esta critica.
Kebran

José María Moraga dijo...

Gracias a ti por leerla y comentar, KEBRAN!