Todo irá bien
Matías Candeira
Salto de Página, 2013. Colección "Púrpura"
ISBN: 978-84-15065-44-9
156 páginas
14,50 €
Fran G. Matute
Un libro en cuya portada aparecen unas gallinas gigantes que
atemorizan un poblado no debería ser aburrido. Pero Todo irá bien lo es.
Es aburrido porque transmite inapetencia. Es un texto, en su conjunto, críptico
y ligeramente onanista. Como cuando uno presencia un concierto denso y eterno
en el que el único que está disfrutando es el propio intérprete. Pero no es que Matías Candeira haya dejado
fuera a sus lectores con esta nueva colección de relatos. No se trata de eso.
Es, simplemente, que Candeira me ha dejado fuera a mí.
Siempre me he confesado un ferviente defensor de la poética de
Candeira, de su imaginario literario. Aún reconociendo algunas flaquezas, me
fascinaron sus dos anteriores referencias y me explotó la cabeza leyendo
“Purgatorio”, incluido en la antología Mi madre es un pez, uno de los
mejores relatos que he leído en mucho tiempo. Pero Candeira ya no está para
pasarle la mano por el hombro y Todo irá bien estaba llamado a
convertirse en su consolidación como narrador. De ahí el riesgo que asume el
autor. Un riesgo que, en todo caso, debe aplaudirse. Un riesgo estilístico en
forma de cambio de registro que conlleva, a su vez, el riesgo de alienar a sus
lectores previos.
¿Qué hemos echado en falta en Todo irá bien? La frescura de la
mirada de Candeira y su parafernalia ‘pop’. Pues tiene uno la sensación de que
en Todo irá bien el autor ha querido ponerse serio y se ha despojado de
esa especie de ‘teenarama’ que marcaba sus anteriores colecciones de relatos. Y
en las horas bajas de ese proceso lo que hemos encontrado es una irrisoria copia de Palahniuk
(“En la antesala”) o, en su defecto, la versión descafeinada de un Vonnegut
Jr. sin sentido del humor (“No se lo enseñes a nadie”).
El otro gran problema que presentan estos relatos es, a nuestro juicio,
la inasibilidad de la “extrañeza” que recorre la mayoría de los cuentos
incluidos en Todo irá bien. Esa extrañeza, que solíamos encontrar en las
anteriores colecciones de relatos de Candeira a través de las formas más
clásicas del género fantástico, se traslada ahora a la mente del lector que es el que debe
enfrentarse, en su soledad, a una sensación incómoda de angustia vital
invisible y fantasmal. Esto, que para algunos supondrá el gran acierto de
Candeira, se convierte, para este que os escribe, en una fuente inagotable de
resoplidos y atusamientos de flequillo. Y transforma a Candeira en un
provocador vacuo. No sé a vosotros pero a mí me sigue generando más inquietud una araña en el techo que un no-sé-qué-está-pasando-en-nuestras-vidas-y-el-mundo-es-un-lugar-extraño-pero-aquí-estamos-queriéndonos-a-pesar-de-nuestras-obsesiones-que-son-de-lo-más-cotidianas.
Evidentemente, Todo irá bien no es un fracaso estrepitoso.
Candeira hace trampa. Por un lado, incluyendo en esta colección su célebre “Purgatorio”.
Y por otro, gracias a “Los que vuelven”, el excelente relato que cierra el
libro y que nos ha reencontrado con nuestro Candeira de toda la vida, hasta el punto de que
su inclusión desentona enormemente en el conjunto. Con independencia de lo
anterior, queremos dejar claro que Todo irá bien no es un paso atrás en
la carrera de Candeira, ni mucho menos. Es, claramente, un paso adelante. Pero insistimos: un libro con
gallinas gigantes en la portada debería, al menos, no sé, incluir algunas de esas gallinas
en su interior, ¿no? Yo me hubiese conformado con que saliese durante un segundo la Gallina Caponata. Pero no. Así que en vez de ver a la Caponata en acción nos vamos a tener que conformar con un capón. El
que le vamos a dar desde aquí al autor por haber escrito estas cosas tan raras (y tan
aburridas).
24 comentarios:
Qué curiosa mención a la araña en el techo:
http://www.culturamas.es/blog/2013/05/29/esa-arana-en-el-techo-sara-mesa/
Ay, la crítica y sus perversiones.
¿O será amor?
Es amor, señor Anónimo. No le quepa la menor duda...
Me la suda si es amor, a las gallinas o los gallos. Me la suda. Me he gastado la pasta en este engendro gracias a críticos benévolos y nadie me la va a devolver. Sí, devolver es lo que me pide el cuerpo con un simulacro de libro como éste. Una puta mierda. Luego dicen que el cuento en España y tal. Este tío no es escritor. Punto.
Ay, ese dinero que nadie nos devuelve de los libros que compramos engañados por las críticas laudatorias…
Por ejemplo, hace poco cayó en mis manos una multipremiada novela que pronto será publicada en España y que no dudo que se convertirá en bestseller.
Bien, esa novela es una mierda.
Es un mojón del tamaño del Himalaya, se lo aseguro. Hace buena a la peor novela de, por ejemplo, Stephen King. O para hacer una comparación más acertada, ya que se trata de una obra de intriga, convierte la peor historia de Patricia Highsmith en una absoluta genialidad.
He estado tentado en escribir una reseña, pero la verdad es que me ha dado pereza. Así de malo es. Bueno, por lo menos, les aviso, se llama “la verdad sobre el caso de Harry Quebert” y la saca Alfaguara.
Etién Vilches.
Curioso que no es la primera vez que leo lo de devolver el dinero porque un libro no le ha gustado al lector. Curioso porque esto solo pasa con productos de ocio y cultura. El resto de productos de consumo solo se pueden devolver, y recuperar lo invertido, si vienen defectuosos o deteriorados (cosa que también se puede hacer si uno, por ejemplo, llega a su casa y descubre que el libro tiene páginas en blanco). A nadie se le ocurre ir a pedir que le devuelvan el dinero si se compra unos yogures de frutas del bosque y no les gusta el sabor. Pero oigan, como no nos guste el libro o la película... Y al final se reduce a eso; no les ha gustado. Pasen página y escojan sus lecturas en base a criterio propio, y no a las reseñas de otras personas que, como ustedes, tienen un gusto particular y, por mucho que lo intenten contener, siempre subjetivo.
No compartiendo exactamente los argumentos de la crítica, me parece respetuosa con el libro y con el autor y un modelo ejemplar de cómo escribir sobre un libro que no me ha gustado.
Más cobarde me parece otorgar o retirar la membresía del Sacro Colegio Oficial de Escritores desde el anonimato. Muy razonable también calificar una obra como "una puta mierda", desde luego.
Etién Vilches.
Y en otro orden de cosas, a mí tampoco me ha gustado nada este libro. No tuve suerte, he invertido mal mi dinero y seguro que me perdí algún otro mucho mejor.
Es cierto que el libro es denso, que causa desasosiego y que no es fácil de leer. Es cierto que "Los que vuelven" es un gran relato y que no pega mucho con el resto del libro.
Pero no creo que sea un mal libro. Más que relatos redondos, tiene escenas tremendamente ingeniosas. Yo creo que Candeira esta vez se ha centrado más en cómo decir las cosas que en las cosas en sí mismo.
Exagerada (pero necesaria) crítica.
A ver, lo de pedir que te devuelvan el dinero por un libro que no te gusta es bastante absurdo. Me imagino que los que lo dicen es más una 'boutade' que otra cosa, no? Y menos si el que os ha "engañado" no es el librero o la editorial sino un crítico literario.
Aprovecho para agradecer los comentarios hacia la honestidad de esta reseña. No puede ser de otra forma. Confieso que el libro me lo ha mandado la editorial y que he intercambiado algún que otro mensaje con el autor. Y nada de eso ha impedido que sea sincero en mi valoración del libro. Si eso supone que Candeira no me va a hablar más o que la editorial cierre el grifo del libro de promoción, pues se asume y punto.
Dicho todo lo anterior, si alguien ha decidido no comprar el libro por lo que yo haya dicho sobre él, que se lo haga mirar...
Bueno, con la iglesia hemos topado. Pues si uno puede decir que la política de Rajoy es una puta mierda, supongo que también lo podrá hacer del libro que se acaba de merendar. Ambos suponen un agujero en el bolsillo. Vamos, digo yo. ¿Habrá que pedir disculpas a los ofendidos o exigirle a un escritor la calidad que anuncia a manos llenas? Tienen unos cojones los biempensantes de la red que ya, ya...
Mr. Sintagma, tiene usted razón, y no se entiende, pues por aquí han puesto a caldo a muchos otros autores y obras y no ha dao pa tanto. En fin, serán las calores.
Siempre bajo a la librería Cilsa de Alicante con mamá. Picamos algo en la cervecería Nou Arcos de la esquina y luego picamos algo en Cilsa. Mamá siempre se pierde por las portadas. Da igual que yo le diga que las novelas de Planeta son malas si le gusta la portada. Así fue como caímos con el libro de Candeira. A mami le hizo gracia las gallinas y lo compramos, a pesar de lo que le dije sobre el género cuentístico. Cuando llegamos a casa, abrió la bolsa y colocó el libro sobre la campana de la cocina, al lado de una gallina de Avecrem de cerámica. No me ha dejado meterle el diente al libro. Lo he leído a ratos por las noches para luego devolverlo a la cocina para que mamá no notara la ausencia. A decir verdad, el libro no vale los 14.50 euros, pero la pareja de la gallina de cerámica que vendían en el chino del barrio y que mi madre está matada con que se la compre cuesta 20. Así que Candeira al menos sirve para que mi madre esté contenta. Literatura, lo que se dice literatura, creo que no es.
Etién Vilches.
mr. sintagma, nadie ha dicho que no se pueda decir que el libro es una mierda. Cuando uno invierte su tiempo y su dinero en una lectura tiene todo el derecho del mundo a opinar en los términos que mejor le parezca (y es mentira que un par de tacos hagan perder valor a la crítica, todos hemos dicho alguna vez que tal o cual obra es una mierda y punto). Lo que yo, en concreto, he matizado es que me parece absurdo que se reclame el dinero porque no te gusta el libro. Una gilipollez, como ya he argumentado unos comentarios más arriba.
Pues en el Corte Inglés (por ejemplo) te devuelven el dinero si no estás satisfecho con la compra (y no necesariamente debe estar en mal estado el artículo). ¿Por qué es tan descabellado aspirar a lo mismo con un libro? ¿Porque es un libro? ¿Y cómo defender un libro si la dieta Dukan también es un libro? Un libro, para ser justos, sólo es un puñado de hojas de papel. Razón de más para que te devuelvan el dinero si, tras probarlo unos días, adviertes que, en efecto, es un puñado de hojas. Llenas de mierda. Digo yo, no sé.
Eso sí es verdad, lo admito, una gilipollez. Yo he invertido mal mi dinero. Punto. Se siente. Pero el juicio permanece. No conozco al autor, pero su obra me ha acompañado tres días. Suficiente para pegarle cuatro gritos, porque ya no la soportaba. Ni ella a mí.
A SDP siempre le pasa lo mismo: se quedan con la peor obra de autores más disfrutables en otras editoriales.
Pues va a ser que no la vamos a leer.
La pregunta tiene premio: ya que el niño cuelga todas las reseñas guapas que le hacen los amigos en su blog, ¿hará lo mismo con ésta que lo pone a caldo? Misterio.
Etién Vilches.
A este último anónimo, comentarle que el autor ya colgó esta reseña hace horas en su muro de facebook, al igual que la editorial. Lo que les honra, pero en cualquier caso estarían en su derecho de no hacerlo. Nadie espera que el diseñador de un modelo de coche y el fabricante vaya a colgar en la web de la marca un listado de defectos realizado por un analista, estaría lanzando piedras contra su propio tejado. Supongo que me explico. Pero así a todo, la han colgado editorial y autor en sus respectivos muros.
Sobre el comentario de las compras en El Corte Inglés, eso es la política concreta de un establecimiento, no la norma general. En casi ningún otro lado te van a devolver el dinero de tus productos alimenticios porque no te haya gustado el sabor, ¿a que no? Caso distinto sería que estuvieran en mal estado. Pues lo mismo con los libros, la fruta, las películas o los boquerones.
«A SDP siempre le pasa lo mismo: se quedan con la peor obra de autores más disfrutables en otras editoriales.» No sé, yo repaso su catálogo y mi impresión es exactamente la contraria.
No, insisto. Su catálogo tiene algunos muy buenos títulos y muchas obras menores de autores que han dado lo mejor en otras editoriales. Que no te ciegue la amistad, nen.
Desde luego, lo mejor de Carlos Salem lo tiene Salto de Página, por citar un autor al que sigo...
Y lo mejor de Jon Bilbao. Y de Juan Carlos Márquez.
O de Emilio Bueso e Ismael Martínez Biurrun.
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