Colectivo Juan de Madre
Aristas Martínez, 2013. Colección "Pulpas"
ISBN: 978-84-940773-1-9
336 páginas
20 €
Ilustrado por Javier Jubera García
Fran G. Matute
La mejor forma de definir La insólita reunión de los nueve Ricardo
Zacarías de Colectivo juan de madre es utilizando la palabra
“artefacto”. Sí, soy consciente de que
este vocablo está siendo demasiado utilizado dentro del mundo de las letras
(pienso en el sucedáneo de Elige tu propia aventura que se inventó hace
poco Miqui Otero, por ejemplo). Pero este que nos traemos entre manos es
un artefacto literario válido. Tiene uno la sensación constante de que el
formato tradicional del libro en papel se le ha quedado pequeño a Daniel Miñano (el escritor que se esconde tras
el “colectivo”, aunque sigamos refiriéndonos a él por su pseudónimo editorial).
De hecho, no resulta difícil imaginar que la lectura de una versión digital de
esta obra -una que permitiera el enlace de contenidos, vídeos e imágenes a un
golpe de ‘click’-, terminaría siendo no sólo más interactiva sino reveladora.
Pero no es tanto el formato o la estructura del texto -que, para qué nos
vamos a engañar, tampoco es tan novedoso- lo que otorga a la obra la categoría
de "artefacto", sino el juego metaliterario y caleidoscópico que propone con su
contenido.
A nuestro juicio, La insólita reunión de los nueve Ricardo Zacarías
bebe de dos obras fundamentales del siglo XX. De un lado, From Hell (1993-1997) de Alan Moore. De otro, Rastros de
carmín (1989)
de Greil Marcus. Ambas obras son citadas expresamente por Colectivo juan
de madre. La primera, como fuente evidente de inspiración global de la intrahistoria
de este relato; la segunda, de forma indirecta, como modelo ensayístico
formativo sobre el que se monta la parte de no-ficción que se ofrece en torno a
la figura de Ricardo Zacarías y su entorno.
Llegados a este punto, se hace necesario exponer, aunque sea brevemente,
de qué va La insólita reunión de los nueve Ricardo Zacarías y cómo está
planteada al lector esta rocambolesca historia. En el interior de sus páginas se intenta ofrecer una explicación plausible, soportada además
por una extensa investigación -podríamos incluso decir que periodística-, a un
extraño asesinato que ocurrió en el mítico Hotel Chelsea de Nueva York en 1921.
Sobre este particular ya se escribió aparentemente una crónica, El insoluble misterio del
cuarto cerrado, a cargo de Gaston
Leroux, pero Colectivo juan de madre parece empeñado en continuar con la
investigación y llevarla hasta sus últimas consecuencias.
Así, retomando parcialmente el formato que ya utilizara en su
espléndido El libro de los vivos (Sloper, 2011), Colectivo juan de madre
construye este nuevo artefacto combinando dos líneas de pensamiento, paralelas
y equidistantes, en las que la ficción y la realidad, sin embargo, se
entremezclan sin piedad. Y como si de una especie de científico loco se
tratara, Colectivo juan de madre da vida a una suerte de rizoma literario -el supuesto diario del científico
barcelonés Ricardo Zacarías- construido sobre eslabones de ficción pero cuya
factibilidad el autor se empeña en demostrar científicamente interpretando los escasos
datos objetivos que se tienen del personaje y posando sobre los mismos las más
variopintas miradas artístico-científicas, en un cóctel de referencias que
abarcan desde el Dadaísmo o el ‘punk’, pasando por Duchamp, Dante
o Enriqueta Martí (conocida como la “Vampira” de Barcelona), para
terminar filosofando sobre la alquimia, la cuarta dimensión o cuestionando la
fisicidad de las masas subatómicas. Todo ello, adecuadamente ordenado y
diseccionado, para poner de manifiesto que la solución que propone Colectivo
juan de madre respecto de los hechos acaecidos en el Hotel Chelsea de Nueva
York en 1921 puede, perfectamente, llegar a ser tal y como se plasma en La
insólita reunión de los nueve Ricardo Zacarías.
Lo más curioso de todo, si se me permite divagar sobre la historia no
contada del verdadero Ricardo Zacarías -un personaje que nos ha parecido
terriblemente interesante, por otro lado-, es que Colectivo juan de madre “monta” este
artefacto encontrando mensajes ocultos en los lugares más insospechados (en la
obra de Miya Masaoka, en los tratados del obispo George Berkeley,
en la Historia general de las drogas de Antonio Escohotado, en las
pinturas de William Blake o en las tiras cómicas
de Silvio Cuello…) y a un servidor, sin embargo, a medida que iba
interiorizando la odisea científica del tal Zacarías, se le iban solidificando
en la mente otro tipo de referentes -extraídos casi todos de esta nueva
conciencia televisiva en la que vivimos-, relacionados con la imaginería que
utiliza Colectivo juan de madre a la hora de construir el diario del científico
catalán, pieza que forma el núcleo duro literario de este relato. Porque,
¿acaso no encuentran paralelismos más que evidentes entre los saltos entre
universos paralelos motivados por el consumo de sustancias estupefacientes que
se mostraban en un serial tan original como Fringe (2008-2013) y los viajes realizados por R. Zacarías entre
Barcelona y Nueva York? ¿No es posible establecer similitudes entre ese
artilugio acristalado que el científico debe incrustar en su columna y los
“yugos” que se muestran en Falling Skies (2011-¿?)?
Por no hablar de ese referente cinematográfico tan directo que parece ser El
truco final (Christopher Nolan, 2006),
con su máquina multiplicadora de sujetos de carne y hueso… ¿Es que acaso no es
Colectivo juan de madre una especie de Nikola
Tesla literario?
Javier Calvo erigió a este joven autor barcelonés como uno de los
adalides de la nueva literatura extraña de este país. Y desde luego que son
“extraños” sus textos, pero no lo es, para nada, su lectura. Colectivo juan de madre posee una prosa límpida y hermosa que rememora las más sentidas historias clásicas narradas por el mismísimo H. P. Lovecraft y es capaz de extraer de esa pose cuasidecimonónica con la que escribe pasajes de verdadera belleza (nos acordamos ahora, por ejemplo, de esa imagen tan bella en la que los nueve Ricardo Zacarías deambulan por la habitación del hotel como gatos sobre un lienzo de botellas de cristal). Y es que si somos
capaces de admitir que una de las principales voluntades de la literatura debe
ser la de entretener, no nos cuesta mucho afirmar que La insólita reunión de los nueve Ricardo
Zacarías es uno de los textos más entretenidos que hemos leído en lo que va
de año. Crean en la alquimia, y disfruten con este artefacto ingeniado por esa mente maravillosa y retorcida que responde al nombre de Colectivo juan de madre.
3 comentarios:
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¿Es esto también artefacto, o es más rizoma?
Yo soy más de deambular por la habitación del hotel como gato sobre un párpado blandito.
Qué buen hijo harían Silvio Cuello y Antonio Escohotado, aunque muy propenso a la faringitis, vive dios, y ahora que el Flutox no lo pasa el seguro...
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