23 junio 2010

Tratado sobre el humor

Mi gran novela sobre La Vaguada


Fernando San Basilio


Editorial Caballo de Troya, 2010.


ISBN: 9788496594456


134 páginas


12,90 euros


Daniel Ruiz García

Cuando uno adquiere cierta experiencia como lector, es fácil reconocer el brillo apenas lo tenga delante. Bastan dos páginas de arranque de un libro para saber más o menos si lo que tiene entre manos merece poco, mucho o muchísimo la pena. Leyendo el libro que nos ocupa, he tenido la insobornable sensación de que su autor, Fernando San Basilio, tiene unas dotes únicas para la escritura. Hacía mucho tiempo que no me reía tanto con una novela.

Mi gran novela sobre La Vaguada es un libro que habla sobre muchas cosas. Pero sobre todo es una novela sobre el humor. Un tratado sobre la adopción del humor como estrategia y cimiento de la construcción literaria. Lo que sorprende desde la primera página es la naturalidad con que está escrita. Es un desparpajo que a mí particularmente me ha resultado insólito. Una forma de decir las cosas con una aparente ingenuidad que a la postre no hace sino añadir profundidad a lo que se cuenta. No hay ínfulas intelectuales, no hay ansia de trascendencia, no está esa babosa pretensión de intentar elevar relamidamente el tono literario plagando el texto de metaliteratura y de referencias, de homenajes zafios a clásicos y de guiños de supuesta perspicacia literaria, que no hacen sino afear el texto y ahogar el sabor de origen bajo una indigesta capa de especias.

Decía que esta novela puede leerse como un tratado sobre el humor. Porque San Basilio nos da toda una lección sobre de qué manera hay que abordar el humor para que verdaderamente resulte inteligente, para que nos conduzca a la carcajada o al menos a la sonrisa permanente. También es una tesis sobre el humor como perspectiva frente al mundo. El humor, y esa es la conclusión que uno extrae después de su lectura, es la verdadera tabla de salvación frente a la existencia, y especialmente frente a la existencia del hombre moderno azuzado por las miserias cotidianas como buscar trabajo, encontrar novia o hacer verdaderamente algo productivo con la propia vida.

¿Pero de qué va esta novela? Va de un tipo común que intenta sobrevivir en la jungla urbana madrileña, a costa de trabajos a cuál más miserable, la mayoría de ellos no pagados, y que sueña con escribir una gran novela, una novela cosmos sobre ese icono de la cultura comercial en que se ha convertido el Centro Comercial La Vaguada. La novela se conduce por esa obsesión única, escribir una gran obra aglutinante de una sensibilidad, de una forma de mirar el mundo, que sirva al protagonista para abandonar de una vez su vida de ciudadano gris y adocenado. Con esa obsesión comienza y con esa obsesión termina, sin que el protagonista llegue finalmente a escribir su obra. O más bien sí: porque en la pretensión de escribir esa gran novela está la propia novela, que es a la vez una burla de la propia pretensión. Fernando San Basilio se ríe del propio protagonista, pero en realidad se ríe de absolutamente todo. Y lo hace de la forma más inteligente y más difícil que se me ocurre: despojado de toda pretensión, de todo artificio estilístico que no sea el humor.

Ideal para el verano. Con una de éstas entre los dedos, hasta los chiringuitos de playa pueden resultar divertidos.

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