09 noviembre 2011

El camino de baldosas amarillas lleva a Brasil


Lecciones para un niño que llega tarde

Carlos Yushimito

Duomo, 2011. Colección "Nefelibata"

ISBN: 978-8492-723-91-1

256 páginas

16,00 €




José Martínez Ros

Ha dado mucho que hablar (y cotillear) una selección de jóvenes narradores de España y Latinoamérica realizada por la revista Granta. El mayor beneficio que puede encontrar un lector en una antología forzosamente incompleta, esquemática y tal vez injusta como la de Granta es la de encontrar algún escritor del que nada sepa, una voz desconocida, por la que el hipotético lector se sienta atraído (es posible que “atraído” no sea el verbo más adecuado, sino “vinculado” o “identificado”, es muy difícil explicar lo que siente un lector más o menos fantasmal cuando halla ese escritor que parece que ha escrito para él desde siempre). Desde luego, es pronto para esperar el sucesor de un fenómeno literario global como Bolaño; pero si puede ser interesante para descubrir, al menos, un nuevo Fresán o un nuevo Ray Loriga o un nuevo Rey Rosa.

Carlos Yushimito es un joven (1977) escritor peruano, de origen japonés (y afincado en Estados Unidos), que hasta la fecha ha editado dos colecciones de relatos, ninguna de las cuales nos había llegado y, sin duda, gracias a su selección por el jurado de Granta, la misma editorial que se encarga de la revista en España, Duomo, ha tomado la iniciativa de publicarle en España. Los cuentos de Yushimito, singularmente, se ambientan en Brasil, lo que añade una dosis extra de extrañamiento al conjunto; incluso en los más realistas, hay un cierto aire onírico, artificial, sin resultar chirriante, y que es probable que se deba a que el Brasil de Yushimito procede tanto de la “realidad” como de las lecturas y el cine. Tenemos esa impresión hasta en un relato como "Seltz", una impecable historia en la que una banal seducción nocturna se vuelve una afirmación personal, en la que no hay rastro de elementos fantásticos. En cierto modo, como lector, he llegado a la conclusión de que todos, sin excepción son cuentos de hadas y que el país de el "Ordem e Progresso" es el Nunca Jamás de Yushimito. La localización es uno de los nexos de unión de este heterogéneo libro de relatos, en el que se mezclan distintas temáticas, el otro es la prosa, una prosa rica y detallista al servicio de un estilo muy clásico. Yushimito se toma todo el tiempo (las páginas) que considera necesarias para plantear la situación y describir a los personajes, lo que en algún caso juega en su contra, ya que sus cuentos llegan a volverse morosos, pequeñas micronovelas (que es algo distinto a un cuento), excepto en los más logrados, el citado "Seltz" y una pequeña joya gótica, el relato que da título al libro, una cruel y muy bella fábula de aprendizaje infantil con un final memorable. Precisamente los protagonizados por niños, en los que el autor da más rienda a su fantasía (pienso en Oz o Madureira) se cuentan entre lo mejor de Lecciones para un niño que llega tarde.

¿Es lo que estábamos buscando? La respuesta a esta pregunta es necesariamente personal. Hay textos excelentes en Lecciones para un niño que llega tarde y lo que si queda claro es que Yushimito es un fabulador con un nada ordinario talento para cambiar de escenario y tono, con una especial sensibilidad hacia la infancia. Tendremos que seguirle la pista.

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