07 septiembre 2012

Literatura artesana




Revividos

Ralph Barby

23 escalones, 2011. Selección "Pulp Ficción"

ISBN: 978-84-15104-80-3

106 páginas

3,5 €

 

 
Joaquín Blanes

A pesar del olvido y la mala memoria, todavía hay personas que se acuerdan de aquellos “bolsilibros” de Bruguera, los libros de a duro que primero vendían en los quioscos y luego intercambaban ávidamente lectores como mi abuelo, del que heredé una gran colección de estos libros.

Algunos recordamos a Clark Carrados o Curtis Garland, autores que tenían que firmar con pseudónimo anglosajón para ser más vistosos, para vender más, para que pareciera que nuestra literatura artesana venía de otros lares y era más internacional, más cosmopolita, más culta. Otros tuvieron que cambiarse el nombre por cuestiones políticas, pero esto es otra historia y además una historia negra de nuestra España más sucia.

Ralph Barby ha sido, durante años, uno de esos escritores que cambió su nombre original por un pseudónimo para poder publicar cerca de 1.000 novelas y y vender casi 15 millones de ejemplares, que no es moco de pavo, si dejamos de lado todos los 'Best Seller' que nos llegan de EE.UU. y que se venden como rosquillas a pesar de su calidad ínfima, basta recordar El código Da Vinci, insufrible libro infamemente escrito.

Ralph Barby es un autor sin duda de lo más prolífico, porque en una edad, digamos avanzada más allá de los cincuenta, sigue teniendo la energía y la vitalidad para escribir cada día algo nuevo, sin dejar que su imaginación envidiable se agote. Ha escrito todo tipo de libros y de géneros, desde el Western, haciendo sombra a Marcial Lafuente Estefanía, pasando por la Ciencia Ficción, por el terror, por la novela juvenil, hasta incluso, como es el caso, por tratar el tema de los zombies de una forma racional, siempre justificada; porque como él bien dice, un zombie no piensa, lo que no da juego para crear un personaje y en el espacio, resultaría ridículo sacar un revólver.

He leído y disfrutado de varios libros de Ralph mucho más que de algunas novedades que han recibido unas críticas honorables y que me han parecido un ladrillo insoportable. Ralph barby posee una agilidad en la descripción y en el diálogo que convierten sus novelas en pura adrenalina, porque además, es capaz de incluir puntos de giro en el momento oportuno. cuando sabe que el lector está empezando a sospechar de algo o de alguien, ¡zas!, rompe la dinámica y genera un punto de giro tan inopinado como alentador.

Contar de qué va esta novela es atentar contra la integridad de la emoción de lo desconocido, pero puedo adelantar que los seis personajes que aparecen en escena están tan bien definidos que, evidentemente, cada uno de ellos se moverá según su idiosincrasia. Dennis Hammon  es un rico ególatra, pero su mujer Laura puede llegar a ser peor que él. Así como Helen es una secretaria aparentemente poco atractiva pero con una delicadeza que llega a embaucar al fornido deportista Jack J. Jubal, digamos que el héroe más sensato de esta historia. Y luego está Erka, la ama de llaves, que como en todas las historias conocidas, como Rebeca o El jovencito Frankestein, resulta tan inquietante como misteriosa, siendo como es, aparentemente, una mujer sencilla.

Podríamos denominar esta historia como una historia de zombies, porque de algún modo los muertos vivientes están presentes y van a resultar de lo más temido; pero Ralph Barby tiene la cualidad admirable de dar una razón sólida a lo que en otras circunstancias sería una historia de zombies gratuita, como esa pesadez de The Walking Dead.

Es una lástima que la editorial 23 escalones fracasara en el intento de renovar los "bolsilibros" con la colección "Pulp Ficción", de la que sólo pudo editar tres números y que, de momento, parece estar en standby, a la espera de un golpe de suerte o de una nostálgica recuperación de lo que son unos libros verdaderamente entretenidos, de fácil y fugaz lectura, absorventes y de una calidad literaria que ya le gustaría tener a otros 'Best Sellers' de gran renombre y abultados números de venta pero carentes de una prosa cuidada y de un temática lo suficientemente interesante como para adentrarse en su lectura y no querer abandonarla, como le sucede a este libro del indomable Ralph Barby.

Recuperemos la memoria y la tradición de estos libros que dieron tantas horas de satisfacción a personas como mi abuelo y que siguen estando en una posición destacada, a pesar de nuestra mala memoria, ya que tienen una agilidad literaria que a más de uno le gustaría poseer.

1 comentario:

Angels Gimeno dijo...

Excelente comentario y viniendo de un gran escritor como Joaquín Blanes, tiene un valor doble.
Un abrazo grandote y gracias por ser como eres.